Columna de opinión por Juan Carlos Domínguez, presidente de la Asociación de Exportadores de Carnes de Chile, ChileCarne

El 8 de marzo de 2018 tuve la suerte de participar en la firma del “Comprehensive and Progressive Agreement for Trans-Pacific Partnership” (CPTPP) o mejor conocido por TTP-11. Nunca hubiese pensado que 3 años después, estaríamos todavía discutiendo la conveniencia de ser parte de este tratado de última generación, el más inclusivo y completo que se ha creado en la historia del comercio mundial. Es que hoy, cuando vemos que nuestros vecinos de Perú ya lo han ratificado, o cuando potencias globales como el Reino Unido solicitan la posibilidad de ser incorporados, nosotros los chilenos seguimos cuestionándonos si queremos o no ser parte de este, es para no creerlo.

Es que, con solo 19 millones de habitantes, la posibilidad de ofrecer nuestros bienes y servicios a los mercados globales es fundamental para el desarrollo de nuestra industria y el crecimiento de nuestro país. Poder acceder a bienes y servicios que Chile no produce nos favorece a todos los chilenos y es por esto, que esta ha sido la vía de desarrollo de nuestro país desde hace mas de 40 años…. SOMOS un país abierto al mundo.

¿Qué pasa entonces?, ¿Por qué hay sectores que no quieren aprobar la incorporación de Chile a este grupo?, ¿Será que los canadienses, japoneses, australianos, neozelandeses, mexicanos y peruanos están equivocados?, yo diría que no, solamente que como muchas otras veces, se escucha a los que gritan más fuerte y se privilegian los intereses personales por sobre los intereses nacionales; se está pensando solo en el corto plazo y en la próxima elección y no en decidir lo que es mejor para Chile y su gente. Por que no hay vuelta atrás, SOMOS un país abierto al mundo.

Me tocó participar de la discusión en la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, en donde por lo demás se aprobó la ratificación del tratado. En dicha ocasión, además de explicar el sinnúmero de beneficios que este tratado traía a nuestro país: beneficios arancelarios a más de 1.600 productos y servicios que hoy exportamos; beneficios a las importaciones; acumulación de origen que nos permitiría incluir materias primas de países terceros para luego exportar como producto chileno con valor agregado; facilitación del comercio, entre tantas otras, quienes intervinieron en las discusiones explicaron cada una de las dudas y desmintieron los mitos que existen alrededor del tratado.

Entonces, ¿Porqué los senadores no quieren ratificarlo? Los beneficios están a la vista y cada día que pasa sin ratificar el acuerdo, nuestro país pierde competitividad afectando las inversiones e hipotecando el desarrollo de Chile y su gente. ¿Es que ya no somos un país abierto al mundo?, me niego a pensar eso. Creo en nuestras autoridades y creo que primará la cordura y que podremos ratificar este acuerdo que tanto bien le traerá a Chile y a su gente. ¡Porque SOMOS un país abierto al mundo!