Este 2025 el sector productor de carne de cerdo en Chile cumple cuatro décadas de trabajo articulado con el sector público, un período en el que pasó de ser una actividad incipiente para consolidarse, a través de la Asociación de Productores de Cerdos ASPROCER, como uno de los principales referentes mundiales en calidad, sanidad y sostenibilidad.
En 1985, Chile exportaba apenas 500 toneladas de carne de cerdo al año; hoy esa cifra alcanzó las 343 mil toneladas y 753 millones de dólares de retorno, posicionando al país como quinto exportador a nivel mundial con presencia en más de 60 mercados, especialmente en Asia.
Estos avances han sido posibles en gran medida gracias al trabajo conjunto con el Ministerio de Agricultura, el Servicio Agrícola y Ganadero, la Subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales y ProChile. Este trabajo público-privado ha permitido desarrollar y mantener altos estándares en sanidad e inocuidad en la producción de cerdos, y por otra parte avanzar en la apertura y mantención de nuevos mercados para nuestros productos.
Las exportaciones han sido el motor de desarrollo del sector y, por lo tanto, del crecimiento reflejado también en el mercado interno. La producción nacional pasó de 66 mil toneladas en 1985 a más de 585 mil en la actualidad, mientras que el consumo per cápita se triplicó en el mismo período, alcanzando los 19,7 kilos por persona al año. Hoy, la carne de cerdo es la segunda proteína más producida en Chile (38% del total), la tercera más consumida y la más exportada (58% de participación). “Una estrategia común público privada de largo plazo ha sido el pilar fundamental para lograr el desarrollo del sector. Lo anterior sumado a condiciones naturales de Chile que evitan el ingreso de enfermedades que puedan afectar su producción, y una mirada de cadena con especial cuidado en cada etapa vinculada a la producción animal han permitido posicionar a la carne de cerdo chilena en los principales mercados de destino a nivel mundial.” destaca Juan Carlos Domínguez, presidente de ChileCarne.
Además de su aporte económico, con más de 19 mil empleos directos y presencia en 56 comunas rurales de Chile, el sector en los últimos 20 años ha liderado importantes avances en sustentabilidad, mediante la implementación de tecnologías avanzadas de tratamiento en más de un 80% de la producción nacional y prácticas de economía circular, logrando reducir en un 69% el consumo de agua por parte del sector y recircular un 62% agua en procesos de limpieza, generando biofertilizantes orgánicos los que benefician a más de 3.500 agricultores y 6.000 hectáreas al año. Otras ventajas de la implementación de tecnologías es la reducción de las emisiones de olores, lo cual ha permitido que un 50% de los planteles se encuentren cumpliendo hoy con la nueva normativa, mucho antes del plazo otorgado al 2027. Además, hoy se ha reemplazado en un 37% el consumo de combustibles fósiles en los planteles de cerdo por fuentes renovables, lo que ha contribuido a reducir en un 20% los gases de efecto invernadero emitidos por cabeza de cerdo producida en 2023 en comparación al año base.
Pese a los logros, persisten desafíos estructurales que permitan retomar el crecimiento de la producción y así consolidar los esfuerzos realizados en los últimos años para desarrollar una industria productora de cerdos en Chile de clase mundial: el desarrollo de una mejor política de ordenamiento territorial que favorezca la coexistencia de distintas actividades (y usos) en el mismo territorio, y por otra parte la necesidad urgente de destrabar la permisología y dar certeza jurídica al desarrollo de la actividad productiva.
En los últimos años la producción se ha estancado. 33 de los 50 productores existentes en el año 2000 han tenido que cerrar por diversas razones, existiendo además al día de hoy una inversión sin ejecutar de más de 800 millones de dólares en proyectos de mejora y crecimientos, la gran mayoría proyectos rechazados en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental o judicializados posteriormente a su aprobación, lo que se traduce en cerca de 10.300 empleos directos que no se generaron y la perdida de oportunidad de crecer sosteniblemente «El estancamiento del sector responde a causas estructurales complejas: una planificación territorial y múltiples regulaciones desalineadas que se traducen en falta de certeza jurídica, sumadas a la creciente presión sobre el sector, que ha obligado a las empresas a invertir en mejoras, profesionalizar su accionar y abarcar nuevos ámbitos en su quehacer, replanteando además su relación con las comunidades y su entorno«, destaca el presidente de ChileCarne.
En un escenario en que Chile requiere de retomar el crecimiento, este es un sector de la economía que puede contribuir a generar empleos permanentes y de calidad, abastecimiento de alimentos a Chile y el mundo, producidos bajo los más altos estándares de calidad. Nuestro compromiso como sector sigue siendo el mismo, que la carne de cerdo chilena siga siendo reconocida en Chile y el mundo por su calidad, inocuidad y sustentabilidad, llegando con la mejor carne de cerdo a las mesas de las familias en todo el mundo.