Con el título “Desafíos de la industria avícola y porcina de Chile: Rol estratégico de laboratorios y agroquímicas”, ChileCarne inició la primera edición de ChileCarne Talks de este año, una instancia que convocó a líderes del rubro para abordar los retos productivos y estratégicos del sector.

El 22 de abril de 2025 se llevó a cabo el primer ChileCarne Talks del año, ciclos de charlas técnicas organizadas por la Asociación de Exportadores de Carnes, con el objetivo de discutir temas relevantes para el sector, como bioseguridad, inocuidad, sostenibilidad y bienestar animal, entre otros. La iniciativa busca acercarnos a los otros actores de la cadena de producción cárnica en un espacio de actualización, diálogo e intercambio de conocimiento entre profesionales, sobre todo considerando los aspectos del macroentorno que pueden impulsar positivamente el crecimiento del sector.

En esta ocasión y reuniendo a un grupo estratégico de representantes y líderes de laboratorios y agroquímicas, se abordaron los principales desafíos de la porcicultura y avicultura en Chile, con énfasis en la necesidad de fortalecer las redes entre todos los eslabones de la cadena productiva de carne. El objetivo: enfrentar de forma integral las amenazas internas y externas, entendiendo que la industria está compuesta por múltiples actores y escenarios diversos.

Juan Carlos Domínguez, presidente de ChileCarne y expositor de la jornada, enfatizó en que, aunque el país sigue siendo un jugador clave en el mercado internacional, la producción se enfrenta a un proceso de concentración que está afectando a los pequeños productores. “Estamos exportando más y produciendo más, pero cada vez somos menos. A pesar de que la industria crece, nos estamos reduciendo”, indicó.

Frente a esta situación, ChileCarne se preguntó, “¿Quiénes son los actores de nuestra industria?”. Esta pregunta retórica fue la que dio origen a esta primera charla del año, precisamente con el objetivo de discutir cómo integrar y apoyar a los productores de menor escala ante un escenario de mayor concentración ya que hoy, por ejemplo, hay solo 18 productores activos, y ese número se podría reducirá aún más en el futuro cercano.

La preocupación está en cómo responder a la demanda alimentaria del mundo. El aumento de la población y del PIB global está directamente relacionado con el aumento del consumo de carne. Es más, las proyecciones estiman que entre 2017 y 2030 esta cifra podría llegar a los $38 trillones, lo que implicaría 140 millones de toneladas adicionales de consumo de carne y aves (+46%). Además, el factor demográfico indica que, al 2050, el crecimiento poblacional llegará a 9.700 millones de personas.

En medio de este contexto global, Chile debe aumentar su producción sin afectar el medioambiente, lo que hace aún más desafiante la tarea considerando lo que enfrenta el sector para lograrlo. En el ámbito de sostenibilidad, falta de ordenamiento territorial y normas claras, implementación de la Norma de Olores para el sector porcino, la más exigente del mundo, el relacionamiento con las comunidades aledañas a las instalaciones, y en de la salud animal,  las estrictas medidas de bioseguridad que se deben implementar a todo nivel, industrial y traspatio, para prevenir el ingreso de enfermedades,  proteger el patrimonio sanitario, además del bienestar animal y el uso responsable de medicamentos . Todo ello, además de los desafíos que significan el mantener la posición competitiva actual, continuar abriendo nuevos mercados, mantener las rutas comerciales que ya están habilitadas, estar atentos al aumento progresivo en producción y exportación de mercados como Brasil y derribar mitos frente a un nuevo consumidor y la opinión pública.

¿Cómo enfrentar todos estos desafíos? Dentro de la completa radiografía del sector productor y exportador de carnes de cerdo y aves que realizó ChileCarne, fue abordada también esta pregunta. La respuesta fue: basándose en los pilares estratégicos que sustentan el modelo chileno tanto global como nacionalmente. Es decir, continuando en el avance y robustecimiento de la sanidad, bienestar animal, seguridad alimentaria, sustentabilidad y apertura comercial.

En las últimas décadas Chile ha sabido insertarse en los mercados mundiales. Hoy el desafío está en el tomar las oportunidades que se presentan, afrontando los múltiples retos, haciendo frente así a la gran demanda mundial, aumentando la producción de manera sostenible y vanguardista.

En 2024, las carnes de cerdo y aves representaron el 86% de la producción nacional de carnes y el 90% de las exportaciones del rubro. Con esto, y sumado a la carne bovina, el cerdo y el pollo, se consolidaron el 2024 en la cuarta posición de los sectores exportadores de alimentos con envíos por USD 22.705 millones, un 10% más que en 2023.

Estos resultados y crecimiento son producto de una serie de atributos con los que cuenta la producción cárnica chilena y que la posicionan como líder internacional: condición de isla fito y zoosanitaria, alianza con el SAG como autoridad sanitaria de prestigio, y un modelo de producción con trazabilidad total. Además, el 82% de los animales están bajo sistemas avanzados de tratamiento de guanos y purines, y el 62% del agua utilizada se reutiliza o recircula.

En resumen, la jornada no solo permitió actualizar el panorama de la industria, sino también consolidar a ChileCarne como articulador clave de espacios para compartir conocimiento técnico y visiones estratégicas. El llamado fue claro: aumentar la producción de forma sustentable, con innovación y colaboración, para sostener el liderazgo alcanzado en el comercio internacional de proteínas animales.

Finalmente, el evento culminó con una reflexión sobre la necesidad de un enfoque integral que combine el trabajo del sector público y privado para garantizar que Chile continúe siendo competitivo en el mercado global. Como concluyó Juan Carlos Domínguez: “necesitamos seguir impulsando la internacionalización de nuestra industria, buscando alternativas de mercados y, sobre todo, manteniendo una relación constante con las autoridades. Si queremos ser competitivos, necesitamos trabajar más allá de las dificultades internas y enfocarnos en crear relaciones comerciales duraderas”.