La ministra de Agricultura destaca el rol estratégico del sector cárnico en la agenda agroexportadora, el avance en la negociación de acuerdos sanitarios y el fortalecimiento del posicionamiento internacional de Chile. Además, releva el impulso del sello Chile Origen Consciente como herramienta clave para proyectar una producción agroalimentaria sostenible y alineada con las crecientes exigencias de los mercados globales.

Socióloga con más de 20 años de experiencia en políticas públicas, descentralización y desarrollo rural, Ignacia Fernández ha liderado equipos en instituciones como la SUBDERE y del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (RIMISP), además de desempeñarse como académica en distintas universidades. En esta entrevista con ChileCarne, aborda también los desafíos que representa la diversificación de mercados y las acciones necesarias para fortalecer la competitividad del sector.

¿Cuáles son los principales desafíos que ha identificado para el sector agrícola y qué prioridades guiarán su gestión en esta etapa?

Durante estos meses mi gestión se guiará fundamentalmente en torno a tres prioridades. La primera está puesta en fortalecer nuestra capacidad de vigilancia y control de la mosca de la fruta a través de un plan de acción integral e intersectorial que incluye medidas legislativas y administrativas de refuerzo al control de fronteras por ingresos ilegales e incremento de la actividad turística. Confiamos en que una intervención como la propuesta nos permita asegurar condiciones como las que en su momento trabajamos para enfrentar posibles brotes de influenza aviar y que hoy nos permiten contar con protocolos de bioseguridad compartidos por la industria y los pequeños productores. En este marco se encuentra, también, el impulso que estamos dando a la reforma al Código Penal para sancionar la internación ilegal de productos agropecuarios y no sólo, como ocurre actualmente, su propagación.

Una segunda prioridad está puesta en la agenda forestal, donde buscamos ratificar un acuerdo para el manejo forestal sustentable que nos permita ir en apoyo al sector forestal afectado por incendios forestales y falta de incentivos, con especial foco en la situación de la región del Bio Bio a través del Plan de Recuperación Industrial que lidera el Ministerio de Economía. Paralelamente estamos trabajando en la implementación del nuevo Servicio Nacional Forestal (SERNAFOR), el proyecto de ley de prevención de incendios forestales y la preparación para la temporada de alta ocurrencia de incendios 2025-2026.

Finalmente, en materia de competitividad y desarrollo productivo he manifestado un doble compromiso. Por una parte, continuar fortaleciendo a la pequeña agricultura apoyando, a través del INDAP, los procesos de formalización necesarios para mejorar las condiciones de acceso a mercados de la AFC; por otra profundizar la agenda agroexportadora sustentable, diversificando mercados y acelerando aperturas sanitarias.

El sector de carnes es un actor relevante en la estrategia agroexportadora del país. ¿Qué oportunidades y desafíos observa para el sector porcino y avícola en el mediano y largo plazo?

El sector de carnes es clave para la Agenda de Competitividad Agroexportadora Sustentable del Ministerio de Agricultura por su aporte al empleo, a las inversiones y a los encadenamientos. Me he propuesto continuar con la consolidación de mercados estratégicos como Estados Unidos, México, China, Japón y Corea del Sur. Asimismo, seguiremos avanzando en la negociación de acuerdos de zonificación sanitaria que nos permitan mantener el comercio abierto en casos de brotes de enfermedades.

En 2023, por ejemplo, fuimos muy exitosos en concretar acuerdos en esta materia ante el brote de influenza aviar de alta patogenicidad, destacando el que alcanzamos con Estados Unidos.

Seguimos viendo oportunidades para seguir diversificando en distintos mercados. El Sudeste Asiático tiene un enorme potencial y esperamos continuar creciendo. En Vietnam instalamos una nueva agregaduría agrícola en 2024 y uno de sus objetivos es concretar la apertura sanitaria que se está negociando hace más de 10 años, lo que ya ha avanzado luego de la visita de inspectores en 2024. En Filipinas, estamos negociando un acuerdo comercial amplio, con el fin de mejorar las condiciones de acceso de las exportaciones pecuarias de Chile.

El año pasado, las exportaciones de carne de cerdo de Chile alcanzaron 710 millones de dólares, con un crecimiento de 1,7% respecto a 2023. Los principales mercados de destino fueron Corea del Sur, con una participación del 26%; Japón con 25% y China con 24% y el siguiente fue Costa Rica con un 5%.

Las exportaciones de carne de ave de Chile, también en 2024, fueron de 407 millones de dólares, con un crecimiento de 15% respecto a 2023. Esto se explica principalmente por la recuperación de mercados luego de que los distintos países reconocieran a Chile como país libre de influenza aviar de alta patogenicidad y gracias a las exitosas negociaciones de zonificación para esta enfermedad con algunos de los principales mercados, como Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá.

Los principales mercados en 2024 fueron Estados Unidos, con una participación de 40%; México con 22%; Puerto Rico con 17% y Canadá con 7%. Cabe señalar que, en 2022, previo a los brotes de influenza aviar, China era el tercer mercado de destino con una participación del 15%. Ese país reconoció a Chile como libre de la enfermedad sólo a mediados de 2024, lo que explica su menor participación el año pasado.

Entre enero y agosto de 2025, se han exportado 326 millones de dólares, con un crecimiento del 20% respecto al mismo periodo de 2024. En este periodo, se recuperaron las exportaciones a China, pasando de 64 mil dólares entre enero y agosto de 2024 a 24 millones de dólares entre los mismos meses de 2025, ubicándose en el 5° lugar de destino, luego de Estados Unidos, Puerto Rico, México y Canadá. En el caso de Estados Unidos, destaca el crecimiento del 3% en las exportaciones, a pesar de la aplicación de aranceles por parte de la actual administración de ese país.

 ¿Qué medidas se están implementando hoy desde el Ministerio para fortalecer la prevención sanitaria y garantizar la continuidad de la confianza de los mercados en la producción chilena?

Además del particular foco y prioridad que estamos poniendo en la situación de la mosca de la fruta, el SAG mantiene una vigilancia permanente para las principales enfermedades que afectan la productividad y la salud animal. Estos planes buscan establecer estrategias de detección precoz de agentes patógenos que permitan su control con la menor afectación posible.

Adicionalmente, estamos trabajando con mucha fuerza en modernizar y fortalecer la capacidad institucional del SAG a través del Programa Chile Alimenta el Futuro (Minagri-BID), que va a permitir fortalecer la capacidad diagnóstica de la red de laboratorios permitiendo respuestas más rápidas para la confirmación de cualquier sospecha y, sobre todo, mejorar nuestra capacidad de inteligencia sanitaria, mejorando la capacidad de anticipación y prevención de potenciales riesgos, en función del comportamiento de variables climáticas, sanitarias y sociales.

Nuestro gobierno ha trabajado, además, en fortalecer el reconocimiento sanitario de Chile en el mundo, mostrando las condiciones sanitarias y las capacidades de respuesta ante la emergencia de enfermedades, lo que se traduce en la obtención de acuerdos de zonificación que permiten dar continuidad al comercio de alimentos seguros desde zonas reconocidas como libre de enfermedades.

¿De qué manera el Ministerio colabora en impulsar la diversificación de los mercados para las carnes de cerdo y pollo y la consolidación de destinos estratégicos ya abiertos, frente a las exigencias crecientes del comercio internacional?

Nuestra acción combina diplomacia sanitaria, inteligencia de mercados y gestión público-privada, alineada a la Agenda de Competitividad Agroexportadora Sustentable. A través de la agenda y sus acciones –entre las que destacan las gestiones de las agregadurías agrícolas y las giras internacionales ministeriales, junto con el SAG y Odepa– buscamos abrir nuevos mercados y consolidar aquellos en los que ya estamos presentes. Con la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei), ProChile y los servicios del Ministerio estamos identificando nuevas oportunidades y ampliando los horizontes de las exportaciones silvoagropecuarias chilenas, a través de nuevas negociaciones sanitarias y comerciales.

¿Qué importancia le asigna a la colaboración público-privada con gremios como ChileCarne para avanzar en temas como la bioseguridad, apertura de mercados y sustentabilidad?

Yo he sido muy enfática en señalar que la colaboración público privada es fundamental para el desarrollo del sector agropecuario. En el escenario actual, el dinamismo del comercio internacional y el cambiante escenario geopolítico nos demanda a reforzar esta alianza para construir políticas públicas con sentido de urgencia y visión de largo plazo, como lo estamos haciendo.

El Consejo Exportador Agroalimentario, instancia que reúne a gremios con vocación exportadora y que sesiona de manera regular desde 2014 a la fecha, corresponde a un ejemplo exitoso de alianza público y privada, dando cuenta de la importancia que este Ministerio le entrega a la colaboración entre las partes. Otro buen ejemplo tenemos en el Consejo del Fondo de Promoción de Exportaciones, que me tocó liderar como Subsecretaria, y donde pudimos dar cuenta de los resultados de dicho Fondo y fortalecer su contribución a la agenda de diversificación de exportaciones que se encuentra impulsando el gobierno.

El sello de la Agenda de Competitividad Agroexportadora Sustentable que impulsa el Ministerio de Agricultura es, justamente, la colaboración público privada. Esta agenda ha permitido fortalecer el posicionamiento del sector agropecuario chileno en los mercados internacionales en términos de imagen, calidad, inocuidad y con un especial énfasis en la producción sustentable.

En este contexto, bajo la administración del Presidente Gabriel Boric se han fortalecido las agregadurías agrícolas con el objetivo de diversificar nuestros mercados de exportación, sumando más de 70 aperturas sanitarias y facilitaciones en 23 mercados. Hoy día no solo dependemos de China, Estados Unidos y la Unión Europea. Han pasado a ser muy importante también mercados como Japón, Corea del Sur, México y Brasil.

En sustentabilidad y trazabilidad, ¿qué avances se proyectan para Chile Origen Consciente y para sistemas de información que permitan demostrar desempeño ambiental y social en los mercados de destino?

El Ministerio de Agricultura está impulsando con fuerza el programa Chile Origen Consciente, un sello estatal de sustentabilidad en el que las carnes blancas han sido pioneras desde el inicio. Este programa establece estándares exigentes, co-construidos con los gremios, para asegurar una producción agroalimentaria alineada con las demandas ambientales, sociales y de bienestar animal.

En 2025 actualizamos sus manuales y herramientas para mejorar la trazabilidad de los avances sectoriales y permitir, por primera vez, que éstos puedan comunicarse directamente al consumidor, con respaldo oficial. El sector lácteo ha sido el primero en implementarlo, pero tenemos altas expectativas de que las carnes blancas sean el segundo rubro en adherir plenamente, dada su madurez y liderazgo en prácticas sostenibles.

Complementariamente, lideramos el Grupo de Trabajo de Sustentabilidad del Consejo Exportador Agroalimentario, donde junto a ProChile y los gremios, estamos construyendo un relato país de sustentabilidad agroalimentaria. En 2024 levantamos un diagnóstico técnico sobre los marcos regulatorios e iniciativas sectoriales y este año estamos desarrollando una propuesta comunicacional robusta, apoyada con material audiovisual, que visibilice los avances con una narrativa coherente y creíble, especialmente en mercados exigentes.

Nuestra visión es que tanto el relato, como el sello Chile Origen Consciente, sean herramientas articuladas que fortalezcan la diferenciación de nuestras exportaciones. Para ello, estamos trabajando con las agregadurías agrícolas y en ferias internacionales para lograr el posicionamiento internacional de estos atributos los próximos años, convencidos de que la sostenibilidad no solo es una condición para competir en mercados exigentes, sino también una ventaja estratégica para Chile, gracias a los avances que hemos construido con el sector. Hoy, la sustentabilidad es un sello de origen diferenciador, que refleja nuestro compromiso con una agricultura y ganadería moderna, responsable y reconocida a nivel internacional.