Con una alta participación en Curicó y Chillán, se llevó a cabo el taller “Gestión de olor en el sector porcino: de la teoría a la práctica”, organizado por ChileCarne y dictado por la consultora Proterm, especializada en gestión de olores. La actividad no solo entregó herramientas prácticas para enfrentar los desafíos en esta materia, sino que también reflejó el compromiso del sector con una producción cada vez más regulada, sostenible y alineada con los estándares ambientales.
El taller se enmarcó en la implementación de la Norma de Emisión de Olores para el sector porcino, la primera de su tipo en Chile. Esta establece exigencias específicas para los planteles según su tamaño y cercanía a zonas habitadas, lo que exige al rubro que incorpore variables ambientales y sociales en sus operaciones, junto con sistemas de monitoreo y tecnologías de mitigación. Publicada en 2023, la normativa ya está en fase de implementación con exigencias progresivas y proyecta su cumplimiento total en 2025, marcando un hito regulatorio para el sector.
Realizado en dos jornadas presenciales —el viernes 13 de junio en Curicó y el jueves 19 de junio en Chillán—, el taller contó con la participación de representantes del sector, entre ellos parte del equipo de ChileCarne, incluyendo actores del ámbito productivo y exportador de carne de cerdo en Chile.
La actividad estuvo orientada a entregar herramientas aplicables en terreno y una comprensión integral de las metodologías disponibles para una adecuada gestión de emisiones de olores y su relación con las comunidades.
Daniela Álvarez, gerente de Sostenibilidad de ChileCarne, destacó que este taller forma parte de la estrategia gremial para apoyar al sector en el cumplimiento de una norma de olores que es una de las más exigentes a nivel mundial “Esta capacitación es fundamental para aterrizar una norma sin precedentes y probablemente una de las más complejas a nivel mundial. En el Congreso Internacional de Olores realizado en Colombia, en abril pasado, pudimos evidenciar que si bien la norma de olores para planteles porcinos y otros sectores productivos existe hace más de 10 años en ese país, a la fecha no ha logrado despegar. Más aún, no existe una regulación similar en ningún otro país de América Latina —ni en Brasil, ni en México—, ni siquiera en Estados Unidos. Sorprendentemente, tampoco en España con un 4% de la producción porcina a nivel global y uno de los mayores productores de carne de cerdo de la Unión Europea, una región referente en la materia donde países como Holanda, Alemania, Dinamarca, Bélgica, cuentan con este tipo de normas desde 2008. Si bien Chile solamente produce el 0,4% de la carne de cerdo del mundo, es quinto en el ranking de exportaciones, destacándose por su calidad y competitividad. Poder mantener este liderazgo exige inteligencia técnica, más aún cuando no existe todavía un aparato – así como con el ruido – que diga cuanto le molesta en este minuto el olor a un vecino y para ello sea necesario desplegar una serie de metodologías que permitan estudiar y monitorear el impacto. Una complejidad dada no solamente por los costos técnicos, sino también por las altas expectativas de “olor cero” en contextos donde eso simplemente no es posible, porque no es como opera la norma, pero también porque la planificación territorial llegó tarde o no existió”
Por su parte, Miguel Gatica, gerente de Ingeniería en Olores de Proterm, resaltó la importancia de la formación y de contar con políticas claras que otorguen certezas a las empresas. “La planificación territorial es el siguiente paso clave para fortalecer la gestión. Es alentador ver que el sector está cumpliendo con la normativa y que exista un diálogo constructivo con las autoridades, lo que permite seguir avanzando hacia el fin último de mejorar la calidad de vida de las personas y una planificación más armónica con el entorno”, señaló.
El programa contempló una primera parte teórica centrada en el marco regulatorio nacional e internacional en materia de olores, así como en metodologías analíticas y sensoriales. Posteriormente, los participantes pudieron profundizar en la parte práctica a través de estaciones interactivas orientadas a:
-Reconocimiento de olores según norma NCh N°3386:2015.
-Medición de flujo, análisis olfatométrico y uso de equipos.
-Aplicación de encuestas y herramientas de ciencia ciudadana.
Estas dinámicas permitieron a los asistentes familiarizarse con tecnologías clave para el cumplimiento normativo, fortaleciendo capacidades en gestión ambiental y sostenibilidad.
Para Rocío Alvial, subgerente de Medioambiente de Coexca, uno de los mayores desafíos ha sido interpretar correctamente la norma y mantener una comunicación fluida con la autoridad para expresar las dificultades reales en su aplicación “Hemos invertido muchas horas en capacitación, tecnología y en generar información sobre cómo se comportan los olores”, explicó, aludiendo a que es una norma que aún no tiene muchas referencias previas.
Por su parte, Francisco Merino, jefe de Producción de Chillán Viejo de Maxagro, comentó que “controlar las emisiones odoríferas implica un esfuerzo constante y una serie de inversiones permanentes para mantener operativos los sistemas con la menor emisión posible. Aun así, recalcó que es fundamental para asegurar la sostenibilidad del proceso productivo y responder a las crecientes exigencias tanto de los consumidores como de los mercados internacionales”.
Avanzando hacia una gestión ambiental más efectiva
Esta iniciativa forma parte del trabajo gremial orientado a acompañar a los productores porcinos en la implementación de sus Planes de Gestión de Olores, como parte de la mejora continua de sus procesos productivos con el menor impacto ambiental y mejor relación con las comunidades.
Desde ChileCarne se valoró el interés y participación del sector, subrayando que instancias como esta son fundamentales para articular y compartir conocimientos técnicos, así como experiencias en innovación, asegurando una mejora en el desempeño sostenible del sector y una producción alineada con los estándares nacionales e internacionales.