Las energías renovables juegan un rol cada vez más crucial en la reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera. En la industria avícola y porcina chilena, el aprovechamiento de biomasa —ya sea de forma directa o a través de la producción de biogás— junto con la energía solar, se han consolidado como pilares fundamentales para avanzar hacia una economía más sostenible.
En un escenario donde la sostenibilidad se ha convertido en un requisito para consumidores, comunidades y mercados internacionales, las empresas socias de ChileCarne han implementado medidas concretas para formar parte activa de una transición energética efectiva. Esto incluye la integración de fuentes renovables, mejoras en eficiencia energética y una gestión más responsable de sus emisiones.
ChileCarne promueve activamente la transformación energética del sector, con el convencimiento de que esta ruta no solo contribuye a reducir significativamente los gases de efecto invernadero —especialmente CO2—, sino que también fortalece la competitividad de las empresas y su aporte a un desarrollo más responsable.
Del compromiso a los resultados: avances sostenibles en la industria cárnica
Los avances de las empresas socias de ChileCarne reflejan una evolución real y medible. En el caso de Agrosuper, durante el último año se logró una disminución del 16,7 % de su huella de carbono. Este resultado responde a una estrategia transversal que abarca la modernización de procesos, la incorporación de nuevas tecnologías y mejoras en eficiencia energética. Actualmente, cerca del 69 % de la energía que consume proviene de fuentes renovables. “Estamos comprometidos con fortalecer un modelo de producción cada vez más responsable, que integre eficiencia, sostenibilidad y una relación cercana con las comunidades”, señaló Marcela Zapata, Líder de Sustentabilidad de Agrosuper.
Coexca también ha impulsado importantes avances en materia de sostenibilidad energética. Actualmente, todas sus plantas industriales operan con energías limpias, alcanzando un 100 % de abastecimiento renovable. A ello se suma la reciente puesta en marcha de un carport solar —un estacionamiento techado con más de 1.700 paneles fotovoltaicos— que aporta una potencia instalada de 1.075 MWp, integrando generación de energía limpia a su planta principal de procesos. Asimismo, las plantas de sus empresas subsidiarias cuentan con el Sello 100 % Renovable, otorgado por Imelsa Energía, que certifica que la totalidad de su suministro eléctrico proviene exclusivamente de fuentes renovables. De esta manera, la energía utilizada en su planta de procesos proviene mayoritariamente de energía solar (85,2 %), seguida por energía eólica (12,9 %) e hidroeléctrica (1,2 %). “Estamos convencidos de que el compromiso con el medioambiente no es una opción, sino una responsabilidad que asumimos con seriedad y visión futuro. En esa línea, el desarrollo del carport solar más grande de la Región del Maule representa un hito concreto en nuestro camino hacia la transición energética, mediante la incorporación de fuentes de energía limpia y renovable. Esta iniciativa no solo nos permite reducir nuestros costos operacionales, sino que también reafirma nuestro compromiso con un modelo de desarrollo sostenible, respetuoso del entorno y orientado al bienestar de las comunidades donde estamos presentes.”, destaca César Rodriguez, Gerente de Plantas Industriales de Coexca. En esta línea, la empresa proyecta continuar ampliando su infraestructura energética limpia, tanto en sus plantas industriales como, a futuro, en sus granjas de crianza de cerdos, reafirmando su compromiso con el desarrollo sustentable y el bienestar de las futuras generaciones.
Agrícola AASA también ha mostrado avances significativos en materia energética. Solo en su plantel El Campesino, el 87,8 % del consumo energético durante 2024 provino de fuentes renovables no convencionales, lo que equivale al 42,6 % del total energético de la empresa. Además, generó 3.498 MWh mediante biogás y está en proceso de implementar tres nuevas plantas solares que, en conjunto, aportarán 1.822 MWh anuales. En abril de este año, la empresa fue reconocida con el Sello 100 % Renovable de Imelsa Energía, que certifica que la totalidad de su consumo eléctrico proviene de fuentes limpias. “Estas acciones han generado beneficios comerciales importantes, ya que se ejecutan con foco en la eficiencia y el ahorro”, destaca Álvaro Rivera, Jefe de Gestión Ambiental de Agrícola AASA. “Además, las empresas generadoras y comercializadoras eléctricas han sido muy proactivas al ofrecer soluciones de energías renovables, con múltiples categorías de productos que facilitan la adquisición de energía limpia” agregó.
Por su parte, Maxagro ha logrado abastecer completamente con energía renovable su planta faenadora Las Pataguas y la planta de alimentos para cerdos de Santa Lucía. Ambas instalaciones cuentan con la certificación internacional I-REC (International Renewable Energy Certificate Standard), que garantiza la trazabilidad del suministro limpio, proveniente en este caso de la central hidroeléctrica Embalse Ancoa. Además, sus biodigestores generan biogás que es utilizado como combustible en calderas, mientras que en su fábrica de Chillán también se incorporan combustibles alternativos como aceites reciclados y neumáticos. “Nuestro compromiso con la sostenibilidad energética es parte integral de la compañía. El uso de energías renovables, junto con combustibles alternativos, nos permite avanzar hacia una operación más limpia y eficiente, reafirmando nuestro compromiso con un abastecimiento energético sostenible” señaló Elizabeth Ellmen, Gerente de Sustentabilidad de Maxagro.
Compromiso del sector hacia una industria más limpia y responsable
El compromiso del sector porcino con la sostenibilidad ha permitido reducir en un 24 % las emisiones de gases de efecto invernadero producida en las últimas dos décadas. Esta mejora se debe a la implementación de tecnologías eficientes, buenas prácticas productivas y una creciente incorporación de energías limpias.
Estas iniciativas forman parte del Programa Chile Origen Consciente (ChOC), que promueve el diagnóstico y la gestión energética, el uso de tecnologías limpias y el establecimiento de metas claras para la reducción de la huella de carbono. Además, para monitorear sus avances, las empresas utilizan una Calculadora de Huella de Carbono, que les permite controlar sus emisiones y optimizar sus procesos.
Estos esfuerzos se alinean con los objetivos nacionales de transición energética, que buscan alcanzar una matriz 100 % renovable al 2050 y avanzar hacia la carbono neutralidad. En el sector cárnico, esto se traduce en inversiones, tecnología y una visión estratégica que sitúa la sostenibilidad en el centro del desarrollo empresarial.
ChileCarne reafirma así su compromiso con una industria más moderna, eficiente y respetuosa con el medio ambiente, en la que cada avance representa un paso firme hacia una producción de alimentos más responsable.