En el primer semestre de 2025, las exportaciones de carne de pollo chilena consolidaron su recuperación tras la reapertura de mercados estratégicos, mientras que la carne de cerdo se ha mantenido como el principal motor del sector exportador y su consumo interno registró un aumento destacado. Estos resultados reflejan la solidez de la industria y la confianza que los mercados nacionales e internacionales depositan en la calidad y el estatus sanitario de los productos chilenos.
Según cifras de ChileCarne, la carne de pollo representó el 36% del valor total de las exportaciones de carnes en el primer semestre de 2025, consolidando su recuperación tras la reapertura del mercado chino en diciembre de 2024. El primer semestre, los envíos crecieron un 18% en volumen y un 40% en valor respecto de igual período de 2024.
Estados Unidos, Puerto Rico y México se mantuvieron como los principales destinos, con un 72% del valor exportado, mientras que China alcanzó un 7%, iniciando la recuperación de su participación previa al cierre de marzo de 2023.
La carne de cerdo se mantuvo como el principal motor del sector exportador de carnes, con un 52% del valor total, aunque registró una leve baja del 7% en valor. China, Corea del Sur y Japón siguieron liderando las compras con un 68%, mientras que América Latina ganó relevancia, con Colombia, Perú y Costa Rica concentrando un 13% del total.
Estas cifras reflejan la importancia de preservar el estatus sanitario de Chile como país libre de enfermedades, condición fundamental para sostener la confianza de los mercados internacionales y mantener abierto el acceso a destinos clave. Se debe recordar que mantener altos estándares bioseguridad y la prevención del ingreso de una enfermedad, como la Influenza Aviar, es clave para mantener los flujos de comercio exterior y la competitividad del sector.
En producción, la carne de pollo creció un 5% respecto al mismo período del año anterior, tendencia que se espera continúe gracias al levantamiento de las restricciones en China, mercado clave para la diversificación de la proteína avícola chilena. La producción de carne de cerdo, en cambio, se mantuvo estable frente al primer semestre de 2024.
En materia del consumo percápita, la carne de cerdo registró un aumento del 6% respecto al año anterior, lo que reafirma la preferencia de los chilenos por una proteína versátil, nutritiva y de gran sabor.