La iniciativa, presentada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), tiene por objetivo abordar los riesgos sanitarios desde un enfoque integral. ChileCarne participó en el lanzamiento del programa destacando el valor de contar con normativas y tecnologías modernas y articulación público-privada para resguardar la producción, la sanidad animal y el comercio exterior.
Con el objetivo de avanzar hacia una gestión sanitaria moderna y preventiva, el pasado miércoles 14 de mayo se realizó la ceremonia de lanzamiento del programa FAO-SAG “Mitigación de riesgos en la interfaz entre humanos, animales, plantas y el medio ambiente mediante el fortalecimiento de la inteligencia epidémica y la bioseguridad”. El evento reunió a autoridades del Ministerio de Agricultura, representantes del mundo académico y de gremios como ChileHuevos y ChileCarne, entre otros.
Durante la jornada, el presidente de ChileCarne, Juan Carlos Domínguez, expuso la experiencia del sector cárnico frente a los crecientes desafíos sanitarios globales, subrayando la amenaza permanente que representan las enfermedades transmitidas por aves migratorias, como la influenza aviar. “Chile tiene condiciones únicas para la producción de alimentos y una autoridad sanitaria reconocida internacionalmente, pero eso no nos exime del riesgo. La bioseguridad es la herramienta que nos permite proteger la salud animal, asegurar el comercio internacional y mantener la confianza de los mercados. Necesitamos regulaciones modernas, articulación público-privada y trabajo territorial continuo para estar preparados”, señaló durante su intervención.
Desde el SAG se abordaron los avances normativos y los desafíos aún pendientes para fortalecer la prevención sanitaria a nivel nacional. Se destacó que la bioseguridad requiere hoy más que nunca un enfoque colaborativo y dinámico, con esfuerzos orientados a modernizar los marcos regulatorios y a fortalecer capacidades en los territorios. Además, se subrayó la importancia del compromiso del sector privado y la academia para construir una red de prevención eficaz y sostenible en el tiempo.
En línea con ese enfoque, desde hace más de una década ChileCarne impulsa el Programa de Bioseguridad en Humedales, una iniciativa pionera en prevención sanitaria en zonas rurales cercanas a cuerpos de agua. Su objetivo es reducir el riesgo de contagio en aves de traspatio por interacción con fauna silvestre, a través de infraestructura, capacitación y vigilancia activa.
En este contexto, el equipo técnico de ChileCarne, liderado por Carolina Larraín —jefa de Sanidad Avícola—, desarrolló el jueves 15 de mayo una jornada de monitoreo de aves silvestres, que incluyó la captura y toma de muestras para detectar enfermedades de alto impacto, como influenza aviar. “Este tipo de acciones son clave para anticipar riesgos. No esperamos a que ocurra un brote para actuar: monitoreamos, capacitamos y trabajamos directamente con los productores, especialmente en zonas cercanas a humedales, donde el riesgo es mayor por la presencia de aves migratorias”, explicó. “Hemos logrado instalar una cultura de bioseguridad con foco territorial, que conecta la sanidad animal con la realidad de cientos de pequeños productores”, agregó.
El programa —que este 2025 cumple diez años— ha beneficiado a más de 200 pequeños productores y ha promovido la construcción y reparación de gallineros, entrega de alimentos, vacunación y asesoría técnica. La experiencia ha sido destacada por su capacidad de anticipar amenazas sanitarias, resguardar la producción local y fortalecer el trabajo colaborativo entre el sector público y privado.
Programas como este, medidas de vigilancia activa y espacios de articulación como el que impulsa la FAO junto al SAG, son fundamentales para consolidar una estrategia sanitaria nacional robusta, alineada con los estándares internacionales y con una mirada preventiva que conecte la ciencia, el territorio y la producción.