Daniela Álvarez, Gerente de Sustentabilidad de ChileCarne, detalla el impacto de la nueva normativa de olores en el sector porcino, los desafíos técnicos y financieros que enfrenta y las estrategias para cumplir con las exigencias en 2025.

El sector porcino ha venido trabajado en la mitigación de olores desde la firma del primer Acuerdo de Producción Limpia en 1999, logrando que hoy el 80% de la producción de carne de cerdo cuente con sistemas avanzados de tratamiento de purines, reduciendo por esta vía las emisiones de olores en hasta un 95%.

  • ¿Qué requisitos considera la nueva normativa?

Con la publicación de la nueva norma de emisión de olores para planteles porcinos en febrero de 2023 (DS 9), comenzaron a ser obligatorias una serie de medidas para planteles de más de 750 animales, destinadas a mitigar las emisiones y prevenir episodios de olor provenientes de las lagunas de almacenaje, áreas de compostaje y otros puntos críticos de la operación. Estas exigencias difieren según el tamaño de la operación y son de cumplimiento inmediato para planteles nuevos, a diferencia de los planteles existentes, donde la regulación otorgó plazos progresivos en el tiempo para su cumplimiento.

Es en este orden de ideas que el pasado 6 de febrero entró en vigor un nuevo requisito, el de acreditar el cumplimiento y correcta implementación de las prácticas operacionales, previamente informadas a la autoridad a través de la plataforma habilitada.

La norma de emisión para planteles porcinos corresponde a la primera de un set de regulaciones dirigidas a cinco sectores productivos priorizados por el Ministerio de Medio Ambiente (MMA) el año 2014 en su denominada “Estrategia para la Gestión de Olores en Chile”. Hoy, otras dos nuevas regulaciones se encuentran a la espera de la firma presidencial para proceder a su publicación para la mitigación y prevención de episodios de olor en industrias pesqueras y celulosa.

  • ¿Qué ha estado haciendo el sector porcino en este tema?

A pesar de los enormes esfuerzos realizados por las empresas y debido al alto nivel de exigencia de la nueva norma de olores para los planteles, la implementación cabal representa un desafío técnico y financiero importante para los productores porcinos, con costos proyectados aproximados de USD$ 82 millones de dólares.

Para apoyar al sector, desde ChileCarne y junto con ASPROCER, hemos desarrollado una estrategia que considera capacitación, asistencia técnica, vinculación con proveedores y difusión con comunidades locales. A la fecha ya se han ejecutado diferentes acciones, destacando entre ellas, la elaboración conjunta con la Embajada de Dinamarca en Chile del primer catálogo digital de soluciones para la mitigación de olores y amoniaco para la producción porcina, el cual reunió a 48 empresas proveedoras de tecnologías y servicios especializados, con el fin de facilitar a los productores la identificación de herramientas adecuadas para cumplir con las nuevas exigencias regulatorias y mejorar su desempeño ambiental. Actualmente estamos trabajando para contar con una nueva versión del catálogo próximamente.

También, hemos organizado más de diez actividades dirigidas a empresa socias entre seminarios, talleres, vistas a terreno, feria tecnológica y visitas de expertos internacionales todas, actividades en las que han participado diversas autoridades nacionales y locales, expertos, académicos, empresas proveedoras de servicios y tecnologías en materia de monitoreo, análisis, modelación, gestión y mitigación de olores.

Varias de las empresas socias además, desde 2023, son parte del Programa Chile Origen Consciente (ChOC) liderado por el Ministerio de Agricultura. Este programa estableció los primeros estándares nacionales de sustentabilidad para diversos rubros pioneros, incluyendo el sector porcino, avícola, lechero y de ciruelas deshidratadas. Esta iniciativa ha despertado un interés creciente en otros sectores productivos, que buscan incorporarse a este esfuerzo por una producción más responsable.

  • ¿Qué áreas aborda el programa ChOC?

En el caso del sector porcino se fijaron acciones y metas concretas en 17 áreas diferentes entre las más destacadas están, eficiencia hídrica y energética, reducción de la huella de carbono y de emisiones de olor, fortalecimiento de las relaciones con las comunidades, protección de la biodiversidad, cumplimiento de la debida diligencia empresarial, entre otras.

Pero lo más relevante de ChOC, es que gracias a este compromiso, el sector porcino ha logrado certificar 118 planteles porcinos, los que representan el 85% de la producción nacional de cerdos, todos los cuales cuentan con el sello oficial del programa otorgado por el Ministerio de Agricultura y respaldado por diversos otros organismos como la Agencia de Sostenibilidad y Cambio Climático (ASCC), el Ministerio de Energía, el Ministerio del Medio Ambiente y la Agencia de Sostenibilidad Energética (ACEE). Esta certificación no solo demuestra el compromiso del sector con la sustentabilidad, sino que también refuerza su competitividad en el mercado nacional e internacional.

  • ¿Cuáles son los próximos pasos que se vienen con la norma de olores?

Tras la entrega de los reportes iniciales por parte de las empresas a la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) en febrero de 2024, se espera que durante este año la autoridad emita las resoluciones que fijarán las tasas de emisión de olores para cada uno de los planteles porcinos existentes. Estas tasas serán la base sobre la cual aplicarán las obligaciones de reducción establecidas por la normativa. Con ello, se inicia la etapa final del proceso regulatorio y el que supone el desafío más complejo para nuestro sector, con la selección y adquisición de tecnologías avanzadas, la tramitación de permisos ambientales —en los casos que corresponda—, la construcción e instalación de equipos, su puesta en marcha y la realización de nuevos monitoreos para verificar el cumplimiento de los parámetros exigidos. Todo ello deberá concretarse dentro de los plazos que determine la SMA para cada plantel en la resolución. Por lo que como gremio seguiremos durante este y el próximo año, apoyando a los productores a través de los diferentes programas que hemos diseñado.

  • ¿Cómo está Chile respecto del resto del mundo en temas de normativas de olores?

La gestión de las emisiones de olores es un tema que se instaló como parte de la agenda ambiental nacional y su relevancia sigue creciendo a nivel global, debido a una continua evolución, impulsada por el progreso acelerado de la inteligencia artificial, el desarrollo tecnológico y  el interés en poder avanzar en mejoras en este campo.

Las emisiones de olores representan un desafío complejo, debido a la interacción de múltiples factores; como lo subjetiva que es la percepción del olor, o las múltiples e impredecibles respuestas según se comporten las distintas sustancias químicas que lo componen, las variaciones en el clima, geografía o las operacionales propias de cada sistema productivo.

Conscientes de la importancia de seguir abordando este desafío y su evolución, como ChileCarne y Asprocer estaremos presentes en dos encuentros clave en abril de este año. El primero se llevará a cabo del 3 al 5 de abril en Medellín, Colombia y el segundo tendrá lugar en Santiago de Chile, los días 9 y 10 del mismo mes, con motivo del Congreso Internacional de Gestión de Olores, instancia que reunirá a expertos de Chile y de todo el mundo para analizar avances normativos, las más recientes innovaciones tecnológicas y debatir sobre los desafíos futuros en la materia.

Ser parte de estos encuentros refuerza la relevancia que tiene este tema para el sector pero también son instancias clave, que nos permiten compartir nuestra visión como gremio productor y exportador de carnes, sobre aspectos aún pendientes a resolver como país y que requieren soluciones urgentes, diseñadas de manera conjunta entre actores para poder continuar produciendo alimentos de manera sostenible en Chile, con altos estándares ambientales y de calidad  que respondan a la creciente demanda por este tipo de productos como la carne de cerdo.