[:es]Rodrigo Yáñez insistió en que los rechazos que se han dado en el Congreso responden a «un tema político» y refutó los puntos que han sido cuestionados del pacto comercial.

Para la primera semana de abril quedó la votación -en la Sala de la Cámara de Diputados- del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, más conocido como TPP11 o CPTPP. Lo anterior, después de que se cumplieran los tiempos de la sesión de hoy en medio del rechazo de los parlamentarios de oposición. Críticas que el director de la Direcon, Rodrigo Yáñez, abordó con Emol y refutó enfático.

«Esta es una política de Estado de hace 30 años que los distintos gobiernos han mantenido y, por lo tanto, lo que aquí existe es un abandono del proyecto político por gran parte de la (ex) Nueva Mayoría de lo que ha sido el avance de Chile en materia de comercio exterior como motor y palanca de desarrollo», dijo Yáñez.

Sus palabras se dan después de que ayer las comisiones de Trabajo y Agricultura rechazaran el tratado y hoy la diputada Alejandra Sepúlveda (Partido Federación Regionalista) enumerara una serie de «complicaciones» que provocaría la aprobación del pacto.

Sin embargo, Yáñez fue enfático en defender que los puntos a los que hace mención la parlamentaria no se condicen con la realidad del detalle del tratado y que su actitud responde más bien a que «ella siempre ha estado en contra de cualquier acuerdo de libre comercio, ella tiene una posición política en contra del libre comercio y, por lo tanto, no se trata de una discusión del CPTPP».

En ese sentido, consultado por el tema de la propiedad de las semillas, el director de la Direcon subrayó que «no tiene nada que ver con el CPTPP como ella lo plantea, porque el CPTPP lo único que establece es la ratificación de un convenio que se llama UPOV 91 que ya fue ratificado por Chile el 2011 y que se encuentra en otros cuatro acuerdos de libre comercio que Chile ya ratificó: EE.UU., Unión Europea, Australia y Japón».

Además, «está pendiente de implementación, porque el UPOV se aterriza en Chile a través de la ley de Obtenciones Vegetales que no existe y no ha sido pasada por el Congreso y va a tener que ser enviada. Por lo tanto, hoy día, cuando se dice que el CPTPP privatiza las semillas no es efectivo, porque lo único que establece el acuerdo es que se ratifique un convenio que se ratificó hace ocho años y que pasó incluso por el Tribunal Constitucional», explicó.

Otro de los puntos que aseguró Sepúlveda fue que en materia de agricultura «lo que se gana en términos del aumento de las exportaciones que pudiéramos tener es absolutamente marginal».

Algo que Yáñez negó tajante: «Nosotros tenemos un levantamiento por regiones que nos muestra que hay 3.000 distintos productos que ganan acceso con el tratado, sobre todo en un mercado que es el cuarto para Chile en materia de exportaciones agroalimentarias (Japón)».

«Esto es un tema político (…) revela la crisis de consistencia de la NM»
Tras refutar las críticas que se han hecho desde la oposición, el abogado y ex asesor internacional del primer gobierno de Sebastián Piñera aseguró que, en definitiva, «este rechazo es un tema político».

«Hay un tema político no menor y eso significa la falta de convicción de gran parte de la Nueva Mayoría en un proyecto que, hace algunos meses solamente, fue incluso suscrito por la Presidenta Michelle Bachelet con el canciller Heraldo Muñoz», advirtió.

«Aquí hay un esfuerzo de distintos gobiernos y, por lo tanto, no existe comprensión respecto de la importancia que tiene esto para Chile como parte de su posicionamiento en el Asia Pacífico, una región que nos ha permitido reducir la dependencia de ser un país monoexportador en cobre del 90% en los ’60 al 50% hoy».

De hecho, Yáñez consignó que los tratados internacionales «nos han permitido multiplicar la exportación de ‘productos no-cobre’ a China en 5 veces y hoy día tienen al comercio en Chile en cifras récord, las que el 2018 alcanzaron US$150 millones».

Ante los datos y el «esfuerzo transversal de distintos gobiernos», el director de la Direcon insistió: «Esto es un tema político e ideológico, el Frente Amplio está acorralando a la Concertación. El ex canciller Muñoz como presidente del PPD no ha podido conseguir un solo voto de su bancada y aquí lo que existe es, en el fondo, la crisis de consistencia que existe en gran parte de la Nueva Mayoría respecto del proyecto político que tienen».

Cabe destacar que el tratado ha pasado ya por cuatro comisiones después de su ingreso al Congreso en octubre de 2018. Así, fue aprobado en la de Relaciones Exteriores y de Hacienda y rechazado -ayer- en la de Trabajo y Agricultura.

En ese sentido, Yáñez resaltó que asistió a cada uno de los encuentros parlamentarios «y lo que escucho ahora es como que aquí se descubrió el apocalipsis y resulta que siete países de primer orden no lo han descubierto y es el mismo documento. Aquí cuando dicen que el acuerdo va a desmantelar derechos laborales, entonces se dice que en Canadá, Australia y Nueva Zelandia también y ¿no se han dado cuenta?».

Las negociaciones futuras con la oposición

Dado que la votación en Sala de la Cámara pasó para la primera semana de abril, Yáñez apuntó que la estrategia a seguir es «explicar muy bien de qué se trata el tratado, qué tiene y que no tiene, dar todas las garantías a los parlamentarios para explicar, por ejemplo, el tema de las semillas».

Y aunque descartó acercamientos con el Frente Amplio, sostuvo que «también vamos a explicar que las normas suspendidas, que son las que salieron cuando EE.UU. se fue de la mesa y que tienen que ver principalmente con propiedad intelectual, si vuelven al acuerdo tienen que ser renegociadas y pasar por el Congreso, no es automático y ese también es otro mito que se ha instalado acá», aseveró.

De todas formas, consultado por las críticas de que no ha existido un análisis detallado del documento y que ha faltado tiempo para revisarlo en profundidad, el director hizo hincapié en que «en los últimos tres años han habido más de 100 instancias para revisar todos los capítulos y en esos encuentros participaron ONG’s, agrupaciones, académicos, etc».

«Eso de que esto ha sido secreto o ha sido mal informado no es así: el texto con todos sus capítulos lleva en la página de la Direcon desde que el TPP12 se publicó, en 2016. Además, se reclama que esto es un acuerdo de seis mil y tantas páginas que no se puede analizar: el capítulo laboral tiene 14 páginas a doble espacio, entonces perdónenme, o sea, de qué están hablando».

Respecto a la urgencia del proyecto, Yáñez expresó que todo se trata de aprovechar cuanto antes las ventajas comerciales del acuerdo. Ello, porque el pacto entró en vigencia en diciembre de 2018 y mientras no sea aprobado por el Congreso, no puede entrar en vigencia para el país.

Cabe recordar que Australia, Nueva Zelandia, Canadá, Japón, Vietnam y Singapur ya aprobaron el tratado, mientras que aún están pendientes las economías de Perú, Brunei, Malasia y Chile.

 

FUENTE: EMOL[:]