[:es]Las recientes precipitaciones ocurridas en la zona central de Chile, sin duda han sido un alivio y un aliciente para todo el sector agropecuario frente a la aguda sequía que atraviesa el país desde hace años. Un hecho que entrega esperanzas en que, de continuar precipitando en los meses venideros, se pueda suplir la escasez histórica, lo cual permita asegurar el abastecimiento a las comunidades y las actividades productivas.

Si bien la producción de carnes blancas en Chile y en el mundo es en general poco intensiva en el uso del recurso hídrico -esto si la comparamos con la agricultura u otras actividades productivas como la minería-, igualmente requiere de un abastecimiento constante y de calidad. “En los últimos 20 años la producción de pollos, pavos y cerdos se ha vuelto altamente eficiente. Se han realizado importantes inversiones en estos tres sectores para mejorar la eficiencia en el uso del agua y también en sistemas de tratamiento avanzados, que permiten tratar, recircular y devolver el agua al ecosistema”, asevera Daniela Álvarez, Jefa de Sostenibilidad de la Asociación de Exportadores de Carnes de Chile, ChileCarne.

Existen múltiples iniciativas a destacar lideradas por los productores de cerdos y aves, tales como el fertirriego -uno de los activos de la economía circular más implementados actualmente por las empresas del rubro porcino- consistente en mezclar purines de cerdos con agua de riego y utilizar dicha mezcla como fertilizante. Las ventajas son la incorporación al suelo macro y miocronutrientes como nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio, calcio,  etc, pero además, entregar materia orgánica clave para mejorar la calidad de los suelos y su estructura.

Actualmente, el 100% de los purines generados son distribuidos mediante este sistema de fertirriego a los agricultores de comunidades vecinas y los campos adyacentes a las explotaciones ganaderas. Esta medida es de gran ayuda a la producción agrícola porque aunque se aporta con hidratación a los cultivos, el mayor valor está en el aporte de materia orgánica y nutrientes que permiten mejorar la fertilidad y un sin número de propiedades cómo por ejemplo la retención de humedad, clave para que los cultivos soporten de mejor manera el estrés hídrico.

Así lo ejemplifica Gonzalo Balbontín, productor de maíz de Mallarauco en Melipilla, quien sostiene que “como vecino de Agrícola AASA desde el 2005, he sido testigo del enorme esfuerzo que ellos han realizado para mejorar y minimizar el impacto ambiental que la actividad pecuaria genera en la comunidad de Viña El Campesino. Comprometido con esta causa, me he sumado al uso agronómico de los purines de cerdos por el enorme beneficio que tiene en el mejoramiento de los suelos y en el rendimiento del cultivo de maíz, lo que nos permite ahorrar en el uso de fertilizantes químicos”.

Por su parte, José González, agricultor de la zona de Colchagua mencionó lo siguiente; “lo aplicamos en Chépica, Fundo Las Chiriguas y los resultados fueron bastante buenos, subimos de 150 a 180 quintales por héctarea.

Según Daniela Álvarez de ChileCarne, “cerca del 65% de los purines de cerdo generados a nivel nacional posee tecnologías de tratamiento de purines de punta, cómo plantas de lodos activados, biodigestores o lombrifiltros, lo que permite la recirculación de caudales en el proceso y con ello, mayores eficiencias en el uso del agua”.

Por su parte la producción de aves es aún más eficiente en el uso de agua, debido a que estas se crían sobre camas de viruta de madera o aserrín, no se utiliza agua para el aseo diario de los pabellones a diferencia de la producción porcina.  Es así que, la producción de broilers a nivel nacional consume aproximadamente 1,8 millones de m3 de agua al año, cantidad equivalente a la que se requiere para regar 360 hectáreas de maíz y aunque ya es poco, igualmente se continúa trabajando de forma permanente en mejorar la gestión. En el caso de las plantas de faena, toda el agua consumida es tratada y devuelta a los cursos superficiales o al acuífero, para ser utilizada posteriormente. Una fracción menor es utilizada en riego.

Este año, tanto el sector porcino como el de producción de broiler, están participando del programa Chile Origen Consciente, una iniciativa piloto del Ministerio de Agricultura con enfoque en Sostenibilidad. “La idea es que en el mediano plazo las empresas estén reportando en línea las mejoras en la materia y comunicando los aportes realizados a los objetivos de desarrollo sostenible (ODS 2030) mediante el seguimiento de indicadores clave”, concluye Álvarez.

El citado programa considera el desarrollo de estándares certificables, con metas y acciones concretas destinadas a mejorar el desempeño de las empresas, tanto en materia del cuidado del recurso hídrico como de otros aspectos relevantes ligados a la sostenibilidad del sector, lo que les permitirá visualizar los resultados obtenidos y gestionar los riesgos de una manera eficiente. En una etapa inicial han adherido los sectores: avícola, porcino y lechero.

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