[:es]Juan Carlos Domínguez, Presidente de ChileCarne, explica el boom que tienen las carnes blancas en Asia y Estados Unidos.

“Cuando el chef de un restaurante de elite en Corea del Sur prepara un lomo vetado o una panceta de cerdo chileno sabe que se lucirá. Sabe que tendrá la proporción de grasa y carne perfecta; si trae un producto importado a su local pedirá que sea chileno”, dice Juan Carlos Domínguez, presidente ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Carne de Chile (ChileCarne).

Domínguez, agrónomo de la PUC, preside esta entidad gremial desde que fue fundada hace tres años. Organización que tiene como misión fortalecer las exportaciones de carnes blancas (cerdo, pavo y pollo) que en un 75% van destinadas al mercado asiático. “En 2018 Chile superó la barrera de los 1000 millones de dólares en exportaciones de carnes blancas.  Una de nuestras ventajas son las barreras geográficas naturales únicas que han sido muy bien resguardas por el SAG, una institución reconocida mundialmente”, comenta.

Al dirigente de los exportadores de carnes blancas le toca viajar constantemente a China, Japón y Corea del Sur. En Asia su asociación invita a importadores, distribuidores, y chefs de los principales restaurantes a degustar la calidad, inocuidad y sabor de sus carnes blancas, cerdo principalmente a través de la marca sectorial ChilePork, “atributos que para las autoridades sanitarias asiáticas son fundamentales para permitir la importación de proteínas”. En Chile, a diferencia de países como China, no nos hemos enfrentado a enfermedades sanitarias que hayan provocado mortalidad en la población. En China, principal consumidor mundial de carne de cerdo, esto sí ha sucedido en varias oportunidades, hoy Coronavirus, lo que mantiene en alerta al país”, cuenta.

Respecto a los efectos del Coronavirus en su sector, espera que la situación vuelva pronto a la normalidad, “La carne se vende congelada por lo que si es necesario mantenerla un poco más de tiempo en stock no debería ser problema”, opina.

A su vez, Domínguez dice que “el estallido social como fenómeno no ha afectado directamente la exportación de carnes blancas,  sin embargo lo que nos preocupa como industria son los paros de los servicios públicos, tales como la paralización de los puertos”, comenta.

La Peste Porcina Africana (PPA), que se propagó de Rusia a China en 2018, ha tenido un impacto en la producción de carnes porcinas de este país, ¿Cómo se posiciona Chile en este escenario?

-Veníamos con una demanda insatisfecha de exportaciones de carnes blancas, a lo que se suma la disminución de un 50% de la producción porcina de China debido a  esta enfermedad. La demanda por carne de cerdo chilena sigue en aumento, el problema es que la industria, a pesar de los incorporación de las más altas tecnologías e  innovaciones productivas, no puede crecer en volumen. Debemos lidiar con qué en Chile no existen políticas claras de ordenamiento territorial, lo que permite que tierras que han sido históricamente de uso agrícola estén siendo utilizadas para la construcción de viviendas “Estamos desperdiciando los mejores suelos agrícolas que están en la Región Metropolitana y en la Región de O’Higgins”. Es necesaria la creación de una ley de ordenanza territorial con una visión nacional que determine que el territorio agrícola es un bien extinguible que debemos cuidar. Por ejemplo, Bélgica produce diez veces más la cantidad de cerdos por Km2 que en Chile y su territorio productivo es cuarenta veces más pequeño.

Según cifras del Consejo Exportador de Alimentos de Sofofa más de 11 millones de personas en el mundo consumen una porción de carne de cerdo chilena al día, ¿Por qué  esta área no se le da la misma visibilidad que a sectores como el vino?

-Esas cifras posicionan a las carnes blancas como el cuarto sector exportador de alimentos de Chile, después de la Fruta, el Salmón y el Vino, donde la carne cerdo ocupa el 5to lugar de exportadores del mundo, luego de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y Brasil. Lo que pasa es un sector concentrado, con poco más de 20 productores, ubicados principalmente en la zona central, con agricultores de muy bajo perfil que hacen su pega callados. Lamentablemente, hemos aparecido en la prensa cuando la industria se ha visto enfrentada a problemas con comunidades aledañas, pero hoy somos considerados un sector relevante para la economía, con cifras concretas que lo confirman.

Tutos de pavo en Disney

Domínguez cuenta que en Londres los platos de la mayoría de los restaurantes étnicos son a base de pollo chileno. “Los ingleses se dieron cuenta que les convenía comprar nuestra pechuga de pollo, por sobre la de Brasil, el mayor productor mundial. Esto, pues les entregamos porciones calibradas disminuyendo así las perdidas en sus locales”, dice.

Asimismo, explica que como el consumo de alitas de pollo en Chile era bajo comenzaron a exportarlas a Estados Unidos. “En los Super Bowls es una locura cómo se venden las alitas de pollo chilenas. Necesitamos sentirnos orgulloso de nuestras carnes. Que se sepa que: los tutos de pavo de Disney Tokio, las alitas de pollo y costillitas de cerdo de los bares de Texas, y que la pechuga de pollo en la mayoría de los restaurantes de Londres, son productos chilenos”, comenta.

En nuestro país consumimos 17 kilos de carne de cerdo al año per cápita y en Asia 40, ¿Cuál es el desafío para el sector?

-Según la FAO la demanda por proteína en el mundo sigue creciendo, pues aumenta la población y el ingreso perca pita. Entonces, la gran pregunta es cómo producimos más y a su vez cómo cuidamos el medio ambiente. En 2019 por primera vez los chinos nos preguntaron por la sustentabilidad. Hoy el 70% de toda la producción de cerdo tiene un sistema muy avanzado de purines (desechos de cerdo) que se ocupan como abono. Chile como potencia agroalimentaria mundial debe comunicar sus procesos sustentables. Así nació el “programa de sostenibilidad para el sector agroalimentario” donde junto a organizaciones como la Asociación de Productores de Cerdos (Asprocer) se muestran las buenas prácticas de las empresas en sus procesos.

Fuente: La Segunda

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