El informe 2021 de las Perspectivas Agrícolas de la OCDE y la FAO prevé que la oferta mundial de carne aumente hasta alcanzar los 374 millones de toneladas en 2030. La expansión de los rebaños y las manadas, especialmente en América y China, junto con el aumento de la productividad por animal (peso medio de sacrificio, mejora de la cría y la mejora de las fórmulas de los piensos) apoyarán esta subida.
El capítulo del informe dedicado a la carne puede descargarse (en inglés) desde este enlace a nuestra área de descargas de legislación y documentos de interés del sector cárnico. Como datos más destacados señala que:

  1. Se prevé que China suponga la mayor parte del aumento total de la producción de carne, seguida de Brasil y Estados Unidos.
  2. El aumento de la producción mundial de carne de la producción de carne a nivel mundial estará liderado principalmente por el crecimiento de la producción avícola.
  3. El aumento de la producción de carne de cerdo seguirá siendo limitado en los tres primeros años debido a la lenta recuperación de los brotes de PPA en China Filipinas y Vietnam. Se supone que el proceso de recuperación se completará en 2023, especialmente en China, apoyado por el rápido desarrollo de instalaciones de producción a gran escala que pueden garantizar la bioseguridad.
  4. El crecimiento del consumo mundial de proteínas cárnicas durante la próxima década aumentará según el informe un 14 %, impulsado en gran medida por el crecimiento de los ingresos y la población.
  5. La disponibilidad de proteínas de carne de vacuno, cerdo, aves de corral y oveja crecerá respectivamente un 5,9 %, 13,1 %, 17,8 % y 15,7 % en 2030.
  6. El consumo de carne se  desplaza hacia las aves de corral. En los países en desarrollo con menores ingresos, esto se debe a su menor precio en comparación con otras carnes; mientras que en los países de altos ingresos indica una mayor preferencia por las carnes blancas, que son más fáciles de preparar y se perciben como una opción alimentaria más saludable.
  7. A nivel mundial, se espera que la carne de ave represente el 41 % de todas las proteínas de origen cárnico en 2030, un aumento de 2 puntos porcentuales en comparación con el periodo base. Los porcentajes globales de otros productos cárnicos son menores: carne de vacuno (20 %), carne de cerdo (34 %) y carne de ovino (5 %).
  8. El comercio internacional de carne se ampliará en respuesta a la creciente demanda de los países de Asia y Oriente Próximo, donde la producción seguirá siendo insuficiente para satisfacer la demanda.
  9. Se prevé que los precios nominales de la carne de vacuno, cerdo y aves de corral se recuperarán en 2021, a medida que la demanda en los países de renta alta se recupere de la pandemia de COVID-19. Se esperan nuevos aumentos, aunque modestos, hasta 2025, ya que se supone que la renta y el gasto de los consumidores se recuperan en otros países, especialmente en los de renta media.
  10. Las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) procedentes de la producción de carne comprendieron alrededor del 54 % de las emisiones totales de agricultura durante el periodo base 2018-20 (en base a CO2 eq.). El aumento de las emisiones del sector cárnico sector de la carne del 5 % para 2030 es considerablemente menor que el aumento de la producción de carne, debido principalmente a la contribución de la producción de aves de corral y a la mayor producción de carne proyectada a partir de un stock determinado de animales. La adopción de nuevas tecnologías para reducir las emisiones de metano, y suplementos alimenticios que no están ampliamente disponibles en la actualidad, podrían reducir aún más las futuras emisiones por unidad.

Estas proyecciones parten de la base de que las preferencias de los consumidores evolucionarán siguiendo patrones históricos y que los ingresos y los precios determinarán las dietas. Sin embargo, otros factores que podrían influir en las perspectivas de la carne a medio plazo son los cambios en las preferencias de los consumidores y su actitud hacia un menor consumo de proteínas cárnicas, a un ritmo más rápido que el observado en el pasado.

La aparición, aunque desde una base baja, de fuentes de proteína alternativas, como los sustitutos de la carne basados en cultivos y plantas, y la automatización de los sectores de transformación, el envasado (incluido el etiquetado) y la distribución, que requieren mucha mano de obra, también influirán en las proyecciones.